
"El pequeño vampiro lee" es el 8º de una saga de libros infantiles de vampiros llamada El pequeño vampiro (der kleine vampir en alemán) de la escritora alemana Angela Sommer-Bodenburg, cuyo primer volumen se publicó en 1979.
Este libro llegó a mi poder como un regalo del círculo de lectores por la suscripción que mi madre realizó en su día. Y así yo, sin conocer de su existencia y por supuesto sin saber que pertenecía a una colección, comencé su lectura.
Narra las aventuras que un niño llamado Anton Bohnsack vive en compañía de un travieso vampiro llamado Rüdiger. Relata la amistad que surge entre los dos pequeños, aún con la barrera cultural que los separa y las divertidas andanzas que corren en compañía de alguno de los familiares de Rüdiger. Todo ésto sazonado con la incertidumbre de ser descubiertos por los padres de Anton y evitando alguno de los sanguinarios parientes de Rüdiger, que no dudarían en tomarse un tentempié si tuvieran cerca a Anton. Anton es un niño apasionado por las historias de miedo que no desaprovecha la oportunidad que le brinda Rüdiger apareciendo en el alféizar de su ventana, para adentrarse en primera persona en la vida e historia de una familia de vampiros e incluso para conocer el amor de la mano de Anna (hermana de Rüdiger), una pequeña vampira que se resiste a terminar su transformación. Anton, Rüdiger y Anna vivirán apasionadas peripécias, sobrevolando el mundo y aprendiendo cosas nuevas unos de otros.
En éste volumen en concreto Anton está de viaje-aventura con su padre, cuando su madre, la cuál es un tanto reacia a la pasión de Anton por los vampiros, se une a la expedición y les hace mudarse a una posada, abandonando la cueva donde acampaban. A partir de ahí Anton tendrá que arreglárselas para escaparse con la capa que Rüdiger le había proporcionado y volar al encuentro de sus amigos, para escuchar en el castillo donde viven, los relatos que el pequeño vampiro le cuenta leyendo vorázmente la crónica de la familia Von Schlotterstein.
Es un libro muy curioso, que habla de amistad y diversión y que enseña un mundo imaginario de una forma muy entretenida. Una vez hube terminado este libro, allá por mis 10 añitos, no pude por menos que buscar toda la colección en la biblioteca y continuar con sus 18 compañeros. Creo recordar que no conseguí todos los ejemplares porque la biblioteca no contaba con la serie completa, pero sí se que los que leí me encantaron y engancharon desde la primera hasta la última página. En 2007, los libros de El pequeño vampiro habían vendido más de diez millones de copias en todo el mundo y se habían traducido a más de treinta idiomas. Además contaban con adaptaciones (algunas no muy fidedignas) en televisión, cine, radio y teatro.
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